domingo, septiembre 8, 2024
Opinión

La impunidad del acoso sexual: el caso del médico huilense Wilmer Fernando Botache Capera

Aprovechando su condición de docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Surcolombiana y médico de planta del Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo de Neiva, el especialista habría estado acosando a las estudiantes de medicina.

Unidad investigativa

Wilmer Fernando Botache Capera, médico del Hospital Universitario de Neiva y docente de la Universidad Surcolombiana, es noticia no por sus logros académicos o profesionales, sino por las denuncias de acoso sexual de sus alumnas y exalumnas, algunas ya profesionales, quienes han decidido hablar para que la justicia ponga fin a este flagelo.

Contra Wilmer Fernando Botache Capera ya se han instaurado dos denuncias, las cuales fueron archivadas en tiempo récord, sin que mediara una investigación y un debido proceso. Esto se debió a que su hermano, el abogado Israel Botache Capera, era en su momento el jefe de Control Interno de Gestión de la Usco, es decir, el encargado de investigar y sancionar ese tipo de casos. Israel no se declaró impedido, como debía hacerlo ante el evidente conflicto de intereses, lo que vició el proceso.

El caso es complejo para las víctimas, no solo por la laxitud de las directivas del HUM y, en alguna medida, de la USCO, sino también porque aún tienen que compartir espacios laborales con quien un día, como docente, las agredió sexualmente.

Una de las víctimas, hoy profesional en medicina, dijo en su declaración que el médico Botache Capera le hizo propuestas indecentes, acosadoras y la coaccionó para que viera un video con contenido sexual, todo esto durante el turno en el que atendían pacientes en el Hospital Universitario de Neiva.

“…me empezó a intimidar lanzándome expresiones como que linda eres y cuando te veo en clase libero oxitocina… me dijo que me sentara en una silla rimax blanca que se encontraban en la estación de enfermería, nos sentamos, luego sacó su celular y me dijo que le diera mi opinión de lo que me iba a mostrar, no respondí, empezó a mostrarme un video pornográfico explícito en donde una joven se encontraba en pleno coito con otro… me asusté mucho, no sabía cómo reaccionar… pese a no haber cometido una falta, me sentía avergonzada…”

Publico el fragmento anterior de la denuncia con el objetivo de que los lectores entiendan la gravedad de lo sucedido. Según aseguran otras estudiantes, esta práctica se ha repetido en múltiples oportunidades sin que las directivas del Hospital y la Universidad, paradójicamente hoy en cabeza de dos mujeres (Nidia Guzmán y Constanza Sastoque), adelanten acciones que lo impidan.

Al respecto, consulté a la señora Emma Constanza Sastoque, gerente del Hospital Universitario. En un escueto mensaje de WhatsApp (respondido 8 días después), dijo: “Los procesos de este tipo deben ponerse en conocimiento de Control Interno Disciplinario. El doctor Cristian Renato activa la ruta de atención, proceso de investigación y traslado a entes si hay lugar”. La gerente no se preocupó por preguntar el nombre del señalado, ni por consultar con el encargado de Control Interno, como si una denuncia por acoso sexual no fuera una prioridad.

También nos comunicamos con la señora Nidia Guzmán Durán, rectora de la Universidad Surcolombiana. En su declaración, mostró interés por el caso y se comprometió a realizar las indagaciones con la oficina de Control Interno Disciplinario.

Le pregunté a la rectora por el abogado Israel Botache Capera, hermano del hoy cuestionado médico, quien hizo parte de la Oficina de Control Interno. Nidia Guzmán recalcó que ella lo sacó del cargo cuando asumió la rectoría.

No sabemos si es el poder del médico o la terrible normalización de este tipo de conductas de parte de las directivas del Hospital Universitario, la Universidad Surcolombiana y la sociedad en general, lo cierto es que el médico Botache sigue haciendo de las suyas, incluso recibe condecoraciones por “sus destacados aportes a la sociedad huilense”.

Frente a esta condecoración, la “Orden Cacique Gaitana”, otorgada recientemente por la Asamblea del Huila a Botache y otros galenos, dialogué con el diputado Alex Vargas, gestor de la iniciativa, quien asegura que no tenía conocimiento de las denuncias. Su equipo jurídico, previo al reconocimiento, verifica antecedentes y en este caso no encontraron nada.

Así mostraron los medios la condecoración «Orden Cacica Gaitana» hecha por La Asamblea Departamental al médico William Fernando Botache Capera.

Efectivamente, no encontraron nada porque el médico Botache ha logrado que las denuncias que pesan en su contra no pasen del Control Interno Disciplinario.

Un flagelo que se debe acabar

El acoso sexual es una conducta ilegal y no ética que viola los derechos de las víctimas y atenta contra su dignidad, autonomía y libertad sexual. En este caso, el especialista médico y docente estaría incurriendo en una conducta que debe ser sancionada por las autoridades académicas y judiciales correspondientes.

En términos legales, el acoso sexual está tipificado como delito en la Ley 1257 de 2008 y el Código Penal Colombiano. Además, las universidades tienen la obligación de contar con políticas y mecanismos para prevenir, atender y sancionar el acoso sexual en sus instalaciones, tal como lo establece la Ley 2079 de 2021. Por tanto, las víctimas tienen derecho a denunciar los hechos ante las autoridades competentes y exigir que se tomen las medidas necesarias para proteger su integridad.

Desde una perspectiva ética, el acoso sexual es una violación de los principios y valores de respeto, responsabilidad y justicia. Los docentes y profesionales de la salud tienen el deber de mantener relaciones profesionales y académicas respetuosas y éticas con sus estudiantes, pacientes y colegas. La confianza, el respeto y la integridad son fundamentales para el buen desempeño de sus funciones y la construcción de una cultura de respeto y tolerancia en la sociedad.

Las Víctimas

En el desarrollo de esta investigación logramos identificar cinco casos que señalan a Botache, pero solo dos accedieron a hablar, admitiendo que no lo hacían por temor a represalias de parte de Botache y de otros docentes de la facultad, muy cercanos a él.

Una de las víctimas, que aunque denunció, no logró que su caso fuera investigado, asegura que además del acoso, el haber denunciado le generó tener que desplazarse a otra ciudad para hacer el internado rotatorio, requisito para graduarse.

“Mi internado rotatorio tuve que hacerlo fuera del Hospital Universitario de Neiva por recomendación, incluso de un docente, que me dijo que no había garantías, que me recomendaba que me fuera… para esos días el servicio de cirugía general, por iniciativa de Botache, empezó a sacar comunicados respaldando al docente. Entonces yo me fui a hacer el internado en otra ciudad…”

Desplazada por un docente acosador, la estudiante tuvo que estar un año por fuera de su natal Neiva, padeciendo necesidades, sin embargo, lo logró y hoy es profesional en medicina, colega del que fue su acosador, a quien incluso se tiene que encontrar en algunos turnos.

“No es fácil encontrarme con él. Claramente es algo que no superé y por lo mismo es muy incómodo. Lo peor es que él lo sabe”, indica.

Le pregunté si la práctica de acoso se sigue presentando en el Hospital con los docentes de la USCO y me asegura que sí, tanto de parte de Botache como de otros docentes.

“Lamentablemente es algo a lo que estamos expuestas. Simplemente se aprende a lidiar. El caso más recurrente y el más descarado es Botache, pero hay otros especialistas que también lo hacen”, recalcó.

Acoso sexual en medicina, Imagen tomada de la página: https://medicina.eluniandino.com/

Otra de las víctimas, ella aún estudiante de la Facultad de Medicina, asegura que ha sido acosada por Botache y otros docentes.

“Eso pasa todo el tiempo, pero la mayoría no denunciamos y tratamos de darle manejo para que nuestro sueño de terminar esta carrera no se acabe… ojalá las directivas de la Facultad hicieran un sondeo privado para que se dieran cuenta de que estamos frente a una problemática muy grave que en algún momento tiene que estallar… el acoso sexual no es juego como lo cree Botache y otros especialistas, el acoso es un delito y algún día pagarán por ello”, dijo la estudiante que por temor pide no revelar su identidad.

Sorprende además que el médico Botache ahora sea “Doctor en Bioética”, formación que debía darle la experticia para entender que el acoso no se puede normalizar, que es un delito y que su función es abolirlo de la academia, del sector salud, pero sobre todas las cosas de su vida personal.

Al final de las entrevistas con las dos afectadas que se atrevieron a contar su historia, les pregunté cuál debería ser la sanción para una persona como Botache y ambas coincidieron en afirmar que “el retiro del cargo como docente”.

Algunos estudios

Revisando antecedentes de casos similares al que hoy se denuncia en el Hospital Hernando Moncaleano Perdomo de Neiva y en la USCO. Encontramos una investigación realizada por Uniandino sobre casos de abuso de poder, maltrato y acoso sexual en facultades de medicina y hospitales universitarios de Bogotá, Cali y Medellín. La situación es muy parecida a la que está sucediendo en Neiva.

imagen tomada de la página: https://volcanicas.com/medicos-violentan-sexualmente-a-mujeres-en-florencia-sin-que-nadie-los-detenga/

«Venimos hablando toda la vida de que en los hospitales, y específicamente en el nuestro, hay profesores que son depredadores sexuales. Y sabemos quiénes son: nombre y apellido, especialidad y subespecialidad. Todo el mundo sabe quiénes son… Recogimos y documentamos 13 casos de acoso sexual y 13 casos de maltrato. Reunimos fotografías, conversaciones de WhatsApp y documentos. Además, hablamos con testigos, directivos de cinco hospitales universitarios, directivos de cinco facultades de medicina, psicólogas expertas, médicos, profesores y 52 estudiantes de medicina, principalmente mujeres”. Si desea conocer más detalles de esta investigación, ingrese al siguiente enlace: https://medicina.eluniandino.com/una-comunidad-en-silencio

En los últimos días un tribunal de una Universidad de medicina de Pasto condenó a la Universidad a reparar a estudiante que sufrió acoso por parte de un profesor y al que no se le realizó el debido proceso en el momento de la denuncia. Ver nota de Blu Radio aquí.

Se debe realizar un trabajo similar al adelantado por Uniandino en las facultades de Medicina y en los centros asistenciales del Huila. Por el momento, se les pide a las víctimas que denuncien y a las directivas del HUM y la USCO que no normalicen la actitud de los depredadores sexuales.

En un próximo informe, les contaremos sobre algunos manejos administrativos extraños por parte de algunos docentes de la USCO, donde también aparece el nombre de Wilmer Fernando Botache Capera.